Alecus, con Ruz entre los más destacados caricaturistas centroamericanos, ilustra el desconcierto de tantas familias al abrir el chorro de la pila y encontrar, una vez más, que “el agua no cae”, que no ha caído en una semana, que solo “cae” en la madrugada…
Pero al lado de la señora que mira con tristeza su chorro, en el resto de su vivienda están abrumados barriendo y recogiendo el agua que cae a raudales debido a lluvias que no cesan, lluvias que en los últimos dos meses han causado inundaciones, derribado cerros, arrastrado vehículos…
¿Cómo es que la gente de barrios, poblaciones, ciudades no encuentra más solución para tener agua que pedirle a ANDA que les abra un pozo, sin pensar que abrir pozos puede perforar la base del manto freático y hacer de sus poblados un desierto plagado de insectos, como ocurrió en Zapotitán: una de las zonas más fértiles y húmedas de El Salvador se secó debido a eso, aunque no en su totalidad.
Los vecinos de Los Almendros, en San Martín, por medio de su vocero, don Mauricio Zepeda, se quejaron recientemente de que “ANDA no les suministra agua”, que “no cae desde hace muchos días…” pese a tener frente a ellos la solución del problema.
¿Qué corresponde hacer?
Es mucho lo que está a su alcance para lograr recoger agua para los meses secos del año:
—Lo primero es recoger el agua que cae sobre sus viviendas, agua que se considera absolutamente pura, y descargarla en tanques dotados de un filtro para beber y cocinar con solo ponerle un par de gotitas de cloro a un galón de agua; en las ferreterías se venden esos tanques a precios entre $92.50 el de 450 litros, $160 el de 1,100 litros y $230 el de 1,700 litros.
Varias familias conocidas nuestras han preparado tanques de captación de hasta 50 metros cúbicos, lo que es menos costoso que pagar a ANDA por un servicio que casi no se recibe;
—lo segundo, poner tapadas, pequeños diques en los cauces secos después de limpiarlos de malezas y suciedades. Las tapadas se hacen con piedras o con lo que se tenga a mano, con lo que pueden formarse pozas y sembrarlas de ranas comestibles para impedir criaderos de zancudos.
Esa agua sirve para abrevar animales, para usos distintos de beber y en muchos casos para que “los cipotes” se den un chapuzón.
Muchos grupos están haciendo precisamente eso: poner tapadas en cauces de ríos para cultivar tilapias y hasta camarones de agua dulce con excelentes resultados.
Es lo que ANDA tendría que hacer en vez de acarrear agua desde el Cerrón Grande, comenzando porque ese Cerrón Grande es precisamente una “tapada” que permite acumular enormes cantidades de agua.
En vez de pagar a ANDA por el pésimo servicio usen ese dinero para resolver el problema
Tapadas son represas como la 5 de Noviembre, que recoge agua para mover sus turbinas, como tapada pretendió ser el “hoyo de El Chaparral”, la sacadera de dinero que dicen que se llevó el prófugo que escapó a Nicaragua.
ANDA debe fomentar que los que puedan “fabriquen agua” formando sus propios reservorios, entre ellos las “cooperativas” del sector reformado que languidecen, vegetan.
A don Mauricio Zepeda: en manos suyas y de los pobladores de Los Almendros está resolver el problema de no contar con agua.
¡Muchísimos países estarían felices de tener la décima parte de nuestras lluvias!