En la comunidad de El Saltillo, en Conchagua, La Unión; las mujeres junto a la directiva de la localidad se están organizando para gestionar proyectos de establecimiento de huertos caseros, y aprender nuevos oficios que les ayude a generar un ingreso para mejorar la economía familiar.
De acuerdo con los lugareños, en la comunidad la mayoría de las mujeres se dedican a los oficios domésticos, otras como empleadas de tiendas, pupuserías, y pocas son las que tienen algún empleo en el sector público y privado.
El Saltillo está ubicada entre el área urbana y rural del pueblo, cuenta con un clima fresco ideal para el cultivo de plantas y hortalizas. El mayor ingreso económico que tienen se genera de las actividades agrícolas y la pequeña ganadería.
Mercedes Torres, presidente de la directiva de la comunidad, dice que las mujeres quieren emprender un nuevo oficio en casa que les ayuda a tener dinero extra, han pensado en gestionar en diferentes instituciones o embajadas algunos programas para la producción de huertos caseros.
“Se está trabajando en elaborar un perfil de proyecto para presentarlo a cualquier organización para que nos apoye en proyectos y talleres que beneficien a todas la familias de la comunidad”
“Queremos producir chiles, tomates, rábanos y otras hortalizas para cubrir las necesidades básicas de las familias ya sea para el consumo o para la venta que eso nos ayudará en mejorar nuestra economía familiar”, agregó Torres.
Según Torres, también buscarán que se les apoye con algunos talleres para los jóvenes porque debido a la falta de recursos económicos varios de ellos dejaron de estudiar porque no tenían dinero para estar comprando paquetes para recibir las clases en línea o hacer las tareas.
Bradley Ramírez, secretario de la directiva, manifestó que la comunidad quiere desarrollarse en infraestructuras y también en capacitarse para poder emprender algún nuevo negocio.
“Las mujeres que pasan en casa tienen las facilidades de tener sus huertos, si vemos en algunos solares hay huertas de guineo sembrados y las encargadas son las mujeres, es por eso que les gustaría tener un apoyo y capacitación para proyectos de producción de hortalizas”, agregó Ramírez.
La adesco hablan de las necesidades de mejoras en infraestructuras viales, agua potable, energía, y espacios públicos para la diversión de las familias.
William Méndez, profesional en trabajo social, residente en el municipio, dice que durante sus estudios levantó un diagnóstico de las necesidades y fortalezas de la comunidad, logrando identificar varias necesidades como viviendas dignas, espacios para el sano esparcimiento, y la falta de generación de ingresos económicos.
“Estamos viendo cómo gestionar proyectos con capital semilla no reembolsable para ayudar a esta familias donde las mujeres puedan emprender un negocio desde sus casas, y los hombres quieren aprender a reparar motocicletas”, agregó Méndez.
“Aunque quisiéramos mejorar nuestro ranchito no podemos hacerlo porque no contamos con el dinero, somos una familia que vivimos de lo poco que vamos ganando”
Liduvina Torres, de 48 años, madre de 2 hijos, tiene varios años de vivir en una casa de bahareque, trabaja medio tiempo en una pupuseria, el esposo se dedica a los trabajos de albañilería, sus hijos uno ya terminó el bachillerato, y la otra cursará 8 grado.
Liduvina dice que para poder subsistir ella en la mañana trabaja en los oficios domésticos en el hogar, y por las tardes sale a trabajar en un local de pupusería, son pocos los ingresos que tienen para poder salir de todos los compromisos económicos que tienen.
Torres, está interesada en que alguna institución u organización les ayude a las mujeres en aprender establecer hortalizas en sus hogares, “la mayoría de las familias del lugar somos de limitados recursos y queremos tener alguna entrada más de dinero porque la situación económica esta difícil cada día”, agregó.
El Saltillo lo conforman 40 viviendas con alrededor de 150 personas.
Además buscan mejorar las condiciones de viviendas de varias familias, hay casas construidas de láminas, bahareque, lodo; no se han mejorado por la escases de recursos económicos.