Miguel desapareció hace un año en Olocuilta, familiares del joven siguen esperando respuesta de las autoridades

El joven desapareció hace un año en Olocuilta cuando se disponía a entregar un pedido de gas propano. Es padre de un niño.

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Por Lissette Lemus

2021-04-09 10:08:40

Ha pasado un año desde que Miguel Ernesto Cisneros Rosales, de 20 años, salió en su motocicleta para realizar una entrega de gas propano en el municipio de Olocuilta, y nunca más se supo de él.

“Nosotros los seguimos buscando, las autoridades es poco lo que ayudan, ha sido un caso más que se ha ido archivando”, comenta entre lágrimas la madre de Miguel.

El 9 de abril de 2020 el joven salió a las 12 del mediodía hacia el cantón Barrio Nuevo para entregar dos cilindros de gas propano a un cliente, pero en el camino fue interceptado y raptado por un grupo de pandilleros.

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El joven tenía un año de trabajar como repartidor de gas y no era la primera vez que entraba a esa zona controlada por la pandilla 18, pero nunca había tenido problemas.

La familia fue alertada el mismo día y pidieron ayuda a las autoridades, quienes inmediatamente iniciaron la búsqueda, pero hasta ahora no han tenido una respuesta que les lleve al paradero de su familiar.

La familia también se dio a la tarea de buscarlo por todos los rincones del municipio, sin resultados.

Según investigaciones preliminares, el joven habría sido raptado y luego asesinado por los pandilleros del Barrio Nuevo, la moto desmantelada y luego vendida por partes, sin embargo, hasta ahora no se ha encontrado el cadáver de la víctima a pesar que en un inicio había varias versiones de lugares donde pude ser enterrado por los asesinos.

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La familia de Miguel no pierde la esperanza de encontrar aunque sea sus restos, pero el proceso de investigación no ha avanzado mucho. Lo último que las autoridades les comunicaron es que habían solicitado a la compañía telefónica el registro de la señal del celular de la víctima. Pero este año a partir de enero, para investigar el caso fue asignada una nueva fiscal, y por el momento no les ha notificado nada nuevo.

“Me dijeron que se iba a comunicar conmigo para darme los avances de la investigación pero hasta esta fecha no me ha llamado”, relata la madre del desaparecido.

Miguel era padre de un bebé que tenía tres meses de nacido en el momento de su desaparición. “El niño ha ido creciendo con muchas dificultades porque su papá trabajaba para mantenerlo, yo he tomado el rol de mi hijo y le ayudo con la leche y los pañales”, dice la madre de Miguel.

Una de las preocupaciones de Sara, madre de Miguel, es cuando su nieto empiece a preguntar “¿Dónde está mi Papi? son las cosas difíciles que uno no puede contestar” agrega, mientras llora por la impotencia y el dolor de no encontrar a su hijo.

Según los familiares, el joven trabajaba de 6:30 de la mañana a las 6:00 de la tarde y nunca tuvo algún vínculo con pandillas.