Jazmín y Guadalupe Hernández, las hermanas zapateras de Sensuntepeque continúan el oficio que aprendieron hace 20 años

Desde hace más de 20 años, Jazmín y Guadalupe, dos hermanas, se dedican a lustrar y remendar zapatos frente al parque central de Sensuntepeque.

descripción de la imagen
Jazmín Hernández tiene como sueño montar una peletería para hacer crecer su taller. “Comencé a trabajar cuando tenía ocho años, mi papá me enseñó a costurar suelas y después a lustrar”, recordó Jazmín. Foto EDH/ María Navidad

Por María Navidad

2021-02-21 12:28:18

Sin temor a ensuciarse las manos con pasta de zapatos o anilina, Jazmín Hernández, de 27 años, junto a su hermana Guadalupe, de 34, se dedican a lustrar y remendar zapatos frente al parque Luciano Hernández en Sensuntepeque, Cabañas.

En el taller, las hermanas Hernández cobran $1 por lustrar zapatos o botas, y entre $3 y $5 repararlos.

Un oficio que comenzó a sus 8 años con las enseñanzas de su padre, Miguel Hernández, de 54 años, quien proviene de una familia de zapateros.

FOTOS: “Dicen que este trabajo es para hombres, pero yo les digo que no” 

“Comencé a trabajar cuando tenía 8 años; mi papá me enseñó a costurar suelas y después a lustrar”, recordó Jazmín.

En el taller, las hermanas Hernández cobran $1 por lustrar zapatos o botas, y entre $3 y $5 repararlos. Foto EDH / María Navidad

Para ella, los 20 años de experiencia no han sido fáciles, pero asegura que su mayor satisfacción es ser reconocida por su trabajo.

“Vienen clientes que me recuerdan desde chiquita, clientes que yo ni los recuerdo bien, pero me dicen: ‘Te conozco desde que tenías ocho años’, y aunque a mi se me olvida quienes son me pone alegre que todavía me reconozcan”, añade Hernández.

Lustrar o remendar zapatos es un oficio que en su mayoría lo realizan hombres, pero Jazmín y Guadalupe han demostrado ser buenas en lo que hacen. “Dicen que este trabajo es para hombres, pero yo les digo que no. Hay muchos clientes que nos buscan porque dicen que nosotras somos más delicadas para lustrar”, expresó. Foto EDH/ María Navidad

Lustrar o remendar zapatos es un oficio principalmente realizado por hombres, pero Jazmín y Guadalupe han demostrado ser buenas en lo que hacen.

“Dicen que este trabajo es para hombres, pero yo digo que no. Hay muchos clientes que nos buscan porque dicen que nosotras somos más delicadas para lustrar”, expresó.

TE PUEDE INTERESAR: Cristóbal, el carpintero de Ereguayquín que necesita de una prótesis

Jazmín, Guadalupe y su madrastra Vilma Guevara, de 50 años, son las únicas 3 mujeres que se dedican a limpiar, lustrar y arreglar zapatos en el municipio.

“Hay trabajos difíciles que a otros zapateros no les gusta hacer, pero mi hermana y yo los hacemos. A veces le pegan mordidas los chuchos a los zapatos, esos no cualquiera los arregla”, añade Guadalupe.