A cuatro meses que el transporte público fuera paralizado en todo el territorio salvadoreño, miles de usuarios que hacían uso de los autobuses se han visto afectados económicamente para trasladarse hacia su lugar de trabajo o residencia. Frente a la restricción, no les queda otra opción que pagar hasta “cuatro veces” el costo normal del pasaje al día – $2, $5, $10 en algunos casos- cuando antes, hacían uso del servicio por hasta un dólar al día.
Muchos, en su desesperación de trasladarse con rapidez, corren varias cuadras para lograr subirse a los pick up, que en su gran mayoría carecen de medidas de bioseguridad y distanciamiento físico. A otros no les queda otra alternativa que ir colgados de los barandales de hierro para no retrasar su hora de llegada al trabajo.
Otros usuarios, evitando estar expuestos a las aglomeraciones, no les queda otra alternativa que contratar otro tipo de transporte con costos que los clientes consideran “excesivos para el bolsillo”. Son muchas las necesidades y deficiencias que la población expresa desde que los transportistas no brindan el servicio a todas las personas.
En el Centro Histórico de San Salvador, decenas de usuarios esperan a que pase un pick up o incluso que algún automovilista les ofrezca un aventón. “Cuando no hay pick ups me toca pagar taxi y me cobran 10 dolares”, manifiesta un ciudadano, quien comenta que es un cobro que a veces no se logra ganar ni en “un día de trabajo”.
Otro trabajador señaló que los transportistas de pick up, taxistas y microbuses se aprovechan incrementando el valor de pasaje en medio de una crisis de salud que está afectando negativamente los bolsillos del sector más pobre de la población. “Le pido al presidente que abra el transporte público, nosotros nos vamos a cuidar”, declaró otro ciudadano.
Las opiniones son similares entre los usuarios de San Salvador, estuvieron de acuerdo que el ejecutivo y la asamblea deben de permitir la reactivación del transporte siempre y cuando cumplan con todas las medidas de higiene: uso obligatorio de mascarilla, guantes, alcohol gel en las unidades y el adecuado distanciamiento físico entre los pasajeros.
“No está en discusión una compensación económica”, declaró en una entrevista radial el Ministro de Obras Publicas, Romeo Rodríguez, la mañana de este jueves, frente a las exigencias del sector transporte de una compensación económica tras el paro de varios meses.
Y es que, la situación económica no sólo sigue afectado a la población en general, sino a las más de 350 mil personas que generan sus ingresos a través de este rubro de trabajo. Por esa razón, el pasado martes 11 de agosto, cientos de transportistas de diferentes partes del país protestaron de forma pacífica frente al monumento al Divino Salvador del Mundo.
Exigieron al Gobierno un apalancamiento financiero para poder reactivar el servicio de transporte público que se ha visto afectado por el paro obligatorio de labores por parte del ejecutivo como medida preventiva ante contagios masivos de COVID-19.
Sin embargo, señalan que siguen sin recibir soluciones para una posible reanudación de labores. La mañana de este jueves 13 de agosto, el Ministro de Transporte, Romeo Herrea, se pronunció respecto a este tema: “Hemos sido claros con los transportistas, no está en discusión un aumento de la tarifa, ni la compensación. Nosotros estamos solicitando prórroga para la compensación siempre y cuando se cumplan ciertas medidas”, enfatizó.