Todos los días, el promotor de alfabetización César Oswaldo Flores Puente, joven asesinado junto a su hermano el pasado martes en Ahuachapán, se trasladaba desde su humilde hogar en una motocicleta hacia su trabajo.
César recorría todas las mañanas, sobre unas veredas polvosas, más de una hora para llegar a diversos cantones de Ahuachapán donde estaba designado.
Salía de su casa a las 7:00 de la mañana para estar puntual a las 8:00 a.m., hora de entrada en su trabajo.
Los hermanos Flores Puente fueron sacados de su hogar durante la madrugada del martes por supuestos policías que luego los asesinaron a 100 metros de su casa.
En una casa, hecha de madera y láminas, ubicada en el caserío La Esperanza, cantón el Naranjito en Ahuachapán, vivía el promotor de alfabetización y su hermano Nery Eduardo Flores Puente, de 18 años.
En la modesta vivienda, que no tiene ni siquiera un seguro en la puerta, aún se ven las manchas de sangre provocadas por los impactos de bala que recibió Nery Flores.
El asesinato de ambos jóvenes ha causado indignación a los pobladores del municipio de Ataco, lugar más próximo a la vivienda de los hermanos Flores Puente, y las tres familias que habitaban en el caserío han decidido abandonar sus viviendas por temor.
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El martes en la madrugada, alrededor de la una de la mañana, César junto a su hermano, fueron sacados de su vivienda, por unos hombres que se hicieron pasar por policías y tras caminar unos 100 metros les dispararon a ambos.
César Flores murió en el lugar pero su hermano llegó a la casa agonizando y sangrado por las heridas de bala, y luego de una hora, tiempo que se tardó en llegar la patrulla de la Policía Nacional Civil, fue trasladado al Hospital San Francisco de Ahuachapán, donde no resistió y murió.
César Flores tenía un año y cinco meses de estar trabajando como promotor en el Programa Nacional de Alfabetización del Ministerio de Educación de El Salvador.
El joven tenía varios facilitadores a su cargo y él se encargaba de supervisar y de realizar los censos.
“Ahorita él estaba bien ocupado porque iban a declarar libre de analfabetismo a Ahuachapán y estaban haciendo unos censos y se estaban reuniendo”, dijo la compañera de vida de César.
Su contrato como alfabetizador terminaba en junio y luego tenía planeado regresar a su antiguo trabajo en la compañía Pepsi dijo la doliente.
hacia el cementerio municipal donde fueron enterrados.
Foto EDH/Oscar Iraheta
Ahondó que ayer César iría a una reunión en Ahuachapán, sin embargo esos planes fueron borrados por el ataque de los delincuentes.
César tenía 3 años de estar viviendo con su compañera, en la misma casa residían su hermano y su madre, y deja en orfandad un niño de dos años.
La pareja de César asegura que el joven estudió con sacrificio y que a pesar de miles de obstáculos logró culminar sus estudios de bachillerato General a Distancia. El hermano menor estaba estudiando séptimo grado en la misma modalidad.
A los hermanos Flores Puente les gustaba jugar fútbol
La compañera de vida de César dice que cuando él tenía tiempo jugaba con su hijo en la casa porque no le gustaba llevarlo hasta la cancha.
Habitantes de la zona e incluso el alcalde de Ataco, Óscar Gómez, aseguraron que ambos jóvenes eran tranquilos y muy conocidos el municipio y lamentan el nivel de violencia e inseguridad que se han originado.
“Los conocía desde pequeños, es lamentable la situación, eran jóvenes tranquilos” dijo el alcalde.
Uno de los pobladores dijo que recordarán con mucho cariño a los hermanos, quienes asegura no se metían con nadie, eran amables y sobre todo trabajadores.
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“César era bien conocido por la gente, él con cualquiera era bien amable. Toda la gente está sorprendida por lo que le hicieron”, aseguró su compañera de vida.
El viceministro de educación, Francisco Castaneda se pronunció el martes por la muerte del alfabetizador. “Tenía mucho espíritu de servicio muy tranquilo y comprometido con su asignación laboral”, dijo Castaneda.
Añadió que el asesinato de César Flores “es una pérdida conmovedora porque son promotores que no sólo articulan en la comunidad los esfuerzos para alfabetizar a la población de jóvenes y adultos que un día el Estado no les garantizó y son salvadoreños de bien que motivan a estudiantes de tercer ciclo y bachillerato para que el programa llegue a los lugares más alejados del país” aseguró.
El último adiós
Ayer, a las tres de la tarde, más de un centenar de personas salió de la Iglesia de Ataco hacia el cementerio municipal donde fueron enterrados los restos de los hermanos.
DATOS Y CIFRAS
Los que han sido perpetrados en lo que va del mes de mayo. El promedio es de 9 diarios.
Los dos ataúdes, que fueron cargados por compañeros de trabajo de César quienes viajaron desde San Salvador y Ahuachapán y también por una hermana de las víctimas, y dos cruces de madera cargadas por los asistentes, encabezaron el recorrido de más de media hora que hicieron los amigos y familiares para llegar al campo santo.
Los restos de ambos fueron velados en la casa comunal de Ataco desde el martes por la noche y ayer, luego de una misa de cuerpo presente, los restos de los hermanos Flores Puente fueron sepultados.
Familiares pidieron a las autoridades que se investigue el hecho violento y den con los culpables.
Asimismo, el viceministro de Educación aseguró que se comprometían en acompañar y colaborar con las autoridades para esclarecer el hecho y llevar a la justicia a los responsables.
César, el alfabetizador asesinado junto a su hermano que despidió Ataco
Pobladores del Caserío La Esperanza, del cantón El Naranjito, en Ataco, lloraron la pérdida de dos jóvenes asesinados el pasado martes 21. Uno era promotor de alfabetización y el otro agricultor.