Sin esclarecerse asesinato del sacerdote Walter a quien aún lloran en Lolotique

Policía y Fiscalía dicen que caso es investigado; no hay capturas ni se conoce el motivo del asesinato

descripción de la imagen
El propio jueves Santo del año pasado, el padre Walter Vásquez compartió con amigos un pastel y luego viajó al cantón Las Ventas. Fue asesinado en el camino.

Por Jaime López /Oscar Iraheta

2019-04-06 10:06:09

“El padre Walter expresaba la cosas de frente, hablaba con la verdad en su boca, así como lo hacía monseñor Romero. A muchos no les gustaba esa parte de él, era incómodo”, quien habla es un fiel católico que conoció a la perfección al padre Walter Osmir Vásquez Jiménez, quien fue asesinado el 29 de marzo de 2018, en una calle agreste del desolado cantón Las Ventas, en el municipio de Lolotique, en San Miguel.

La razón del porqué mataron al padre Walter es la pregunta que está destrozando a la familia del sacerdote, principalmente a su madre, una anciana que vive atada a una silla de ruedas por varias enfermedades que se le incrementaron después del repudiable asesinato que le arrebató a su hijo, el único que vivía con ella y quien la mantenía económicamente.

Este es un repaso de lo que hizo el sacerdote Walter Osmir Vásquez horas antes de ser asesinado en Lolotique, San Miguel.

 

A un año de su muerte, el recuerdo del sacerdote está en varias iglesias de Lolotique, su pueblo natal y en la parroquia del municipio de Mercedes Umaña, en Usulután, donde se encontraba destacado como vicario parroquial. En estos días, por el aniversario de la muerte, hay misas, rezos y clamor de justicia en su memoria.

El sábado terminaron los rezos del novenario del padre Walter. En su modesta casa, adornada con un póster de más de dos metros de su fotografía, flores y velas, su familia compartió con los más allegados al sacerdote tamales, café y pan.

El padre Vásquez fue asesinado el Jueves Santo en Lolotique, su pueblo natal, antes de oficiar una misa. Foto/ Mauricio Cáceres

En la vivienda situada al final de una vereda en las afueras de Lolotique, ya no estaba aquella multitud de gente que lo despidió el 1 de abril de 2018, en el cementerio del referido municipio. “Su pueblo”, se redujo a 70 personas aproximadamente.

En la parroquia de Mercedes Umaña sigue vivo el recuerdo del padre Walter. Un amigo fiel del religioso aún recuerda el fuerte viento que entró por una de las puertas de la iglesia cuando mataron al padre.

En una pequeña habitación junto a una bodega de la referida iglesia, se conservan dos fotos enmarcadas del padre Walter. Según los feligreses, fueron removidas del altar principal porque las autoridades dijeron que el sacerdote no tenía ninguna jerarquía o cargo dentro de la iglesia.

Sin avances de la investigación

Las autoridades aún no revelan resultados de las investigaciones que identifique a los asesinos que acabaron con la vida del primer religioso después de finalizado el conflicto armado en El Salvador. Tampoco dicen el motivo.

En el puesto policial de Lolotique no han registrado captura alguna y los agentes se aseguran de no decir nada que los comprometa en cuanto al hecho.

En esa misma condición se mostró la Fiscalía General de la República, al manifestar que el caso sigue en investigación y que no se podía adelantar nada.

Conferencia episcopal demanda esclarecer asesinato

“Como Conferencia Episcopal de El Salvador, hacemos un vehemente llamado a las autoridades a que cumplan con su obligación para que este grave crimen sea esclarecido y se haga justicia”

José luis escobar alas, Arzobispo de San Salvador

Fiscalía y Policía sin revelar avances

“En Fiscalía solo nos dicen que el caso está resuelto pero de ahí no pasan... Nos dieron el número para llamarles pero ahora ni si quiera nos contestan las llamadas”

Pariente, Sacerdote.

Iglesia debe exigir resultados

“La Iglesia debe presionar para que se investigue la muerte del padre. No debe quedar en la impunidad”.

Feligrés de Mercedes Umaña,

La familia del sacerdote está desilusionada del sistema de justicia, quienes aseguran que en los primeros días fueron citados por fiscales para ser entrevistados en tres veces. Los fiscales del caso, les dieron sus números telefónicos para atender sus llamadas o para mantener una constante comunicación pero eso duró unos días mientras se mantenía la conmoción pública, después “ya ni les contestan las llamadas” afirman.

Los dolientes declaran que han recibido poco apoyo de parte de la iglesia católica. Siguen esperando ayuda económica y un clamor más fuerte para pedir justicia por la muerte del padre Walter.

En el lugar donde mataron al sacerdote, quien tenía nueve años de servicio, resaltan tres cruces blancas que en algún momento quedaron adornadas con flores naturales y velas de colores.

La silenciosa zona de potreros, rodeada de abundantes piedras y de algunas casas que resaltan el esfuerzo de los salvadoreños en el exterior, luce apacible sin nada de violencia que sospechar.

El padre Walter había renovado sus votos sacerdotales en la Diócesis de Santiago de María en Usulután el día de su muerte. Antes de ir a celebrar una misa a Las Ventas, compartió un pastel con sus acólitos y una familia del lugar que le tenia mucho aprecio y respeto.