Alertan de casos de niñas obligadas por mareros a hacer visitas íntimas en cárceles

Plan Internacional señala que hay casos de pandilleros que explotan a niñas por placer y para reproducirse. Eso las hace víctimas de uniones agravadas por violencia social, el cual es un fenómeno que debe ser estudiado.

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Hay pandilleros obligan a las menores de edad a hacer visitas íntimas a las prisiones. También a tener relaciones sexuales con ellos o a ser las madres de sus hijos, según la organización Plan Internacional. Foto EDH / archivo

Por Diana Escalante

2019-08-18 6:00:30

La violencia social atribuida principalmente a las pandillas es otro factor que, según la organización Plan Internacional El Salvador, impide que en el país haya una disminución relevante de uniones tempranas forzadas, que son las que se dan entre niñas y adolescentes con hombres adultos.

Para el gerente de Influencia de Plan Internacional El Salvador, Adolfo Vidal, un tema al que hay que “darle más estudio”, y que no formó parte de la investigación sobre uniones infantiles forzadas realizada con el Fondo de Población de Naciones Unidas, es sobre la utilización del cuerpo de las niñas que hacen pandilleros y que hay casos en que son obligadas a hacer visitas íntimas en cárceles.

“Niñas de 16 años son obligadas por las pandillas a realizar visitas íntimas a los pandilleros en los penales. Las obligan a conseguir DUI falsos o de personas adultas, ver de qué manera se cumple con la obligación para salvar la vida o de su familia. Esto está pasando y es parte de esa suma”, ejemplifica Vidal.

Vida añade que hay pandilleros que utilizan a menores de edad como fuente de explotación de placer y para reproducirse sexualmente. Eso es una unión temprana forzada con el agravante de que es en el contexto de la violencia social.

Para ello, los delincuentes hacen una clasificación de las víctimas: a quienes ellos consideran atractivas las explotan sexualmente; quienes no lo son seleccionadas para procrear.

“Si tuviéramos un mejor control sobre la violencia social también tendríamos una reducción significativa (de uniones tempranas forzadas), creo que no bajamos más porque la violencia social todavía no nos deja, nos está causando un impacto”, asegura Vidal.

A juicio del experto, El Salvador tiene leyes robustas para castigar la violencia sexual contra las niñas. Además, hay data suficiente que permitiría analizar el fenómeno y emprender acciones.

La investigación sobre matrimonios y uniones tempranas forzadas de niñas, realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) y Plan Internacional, revela que El Salvador registró en 2017 un 26 % de casos; siete años antes tenía un porcentaje de 33 %, lo que equivale a una reducción significativa de 7 %, pero no es suficiente.

Fenómeno no es nuevo, pero no se le ha puesto atención

En junio de 2018, El Diario de Hoy publicó el reportaje “El infierno que viven las niñas esclavas sexuales de la pandilla MS en El Salvador”, en él se relata cómo los delincuentes amenazan a las víctimas, la mayoría de 13 años, para obligarlas a tener relaciones sexuales con ellos. Si se niegan, las asesinan a ellas o a sus familiares.

Fuentes policiales y civiles manifestaron que de las 180 niñas que, entre el 2016 y 2017 se convirtieron en madres en los municipios de Moncagua, Chapeltique y Lolotique, todos de San Miguel, seis o siete de cada 10 fueron embarazadas por cabecillas de la clica Saylor Locos Salvatruchos.

“Ella era una de las mujeres del Thunder. Lo que sabemos es que desde cuando tenía 13 años, fue obligada por ese pandillero a que tuviera relaciones sexuales; la amenazó”, relató una agente de la Policía a quien se le preguntó sobre el posible móvil del feminicidio en perjuicio de una adolescente cometido en uno de los primeros cuatro meses del 2018.

La pandilla habría matado a la víctima porque ella le pidió ayuda a su familia en el sentido de que no quería continuar con aquella relación, según las autoridades.