El mexicano Edson Álvarez (centro) grita con todo su gol para el Ajax. / Foto EDH EFE
La federación ha seguido con la decisión de este viernes la recomendación de la UEFA, que le pidió a las ligas europeas atender únicamente méritos deportivos en caso de que no se pudiera terminar la temporada, como ha sido el caso de Países Bajos.
Así mismo, se dictaminó que no habrá ni ascensos ni descensos. Los equipos más beneficiados son el ADO La Haya y el RKC Waalwijk, que ocupaban los dos últimos puestos de la Eredivisie.
Por otro lado, los más perjudicados son los dos primeros clasificados de la segunda división, el Cambuur y el De Graafschap, los cuales no podrán subir a pesar de su buena temporada.
Otro club damnificado es el Utrecht, que tenía bastantes probabilidades de disputar la Liga Europa debido a su sexto puesto en la Eredivisie y a su clasificación para la final de la Copa de Países Bajos, también suspendida.
No se descarta que alguno de estos clubes acuda a los tribunales para intentar revertir la medida o reclamar una compensación.
Las decisiones de este viernes se dieron a conocer después de una tensa jornada, pues la federación se reunió de forma telemática con los clubes para someter a votación los diferentes escenarios posibles con los que dar por terminada la temporada.
Una de las opciones era cancelar los descensos y permitir el ascenso de dos equipos, con lo que la Eredivisie habría pasado de tener 18 escuadras a 20, pero la propia federación descartó finalmente esta opción.
La opinión de los equipos se tuvo en cuenta, aunque la responsabilidad de éstas recae totalmente en la junta directiva de la federación.
El pasado martes, el Gobierno prohibió los partidos de fútbol profesional hasta el 1 de septiembre para frenar la propagación del coronavirus, lo que significó el punto final de la competición, pues también se descartó jugar los encuentros a puerta cerrada.
“Desde el punto de vista deportivo, no terminar la temporada en un resultado comprensible, pero también decepcionante para los clubes, los futbolistas y los seguidores”, dijo la federación.
“También significa un serio golpe financiero para la industria del fútbol profesional, que genera miles de empleos y tiene millones de seguidores”, añadió el máximo organismo del fútbol holandés.