El ABC del deporte: Albert Fay, una garantía en el arco

El portero uruguayo, campeón nacional y regional con el Platense de Zacatecoluca, se convirtió en el primer jugador nacionalizado en jugar para la Selección Nacional

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Foto: EDH | Archivo

Por Wilfredo Hernández

2020-03-18 6:00:39

18Nombre: ALBERT FAY DESSENT
Fecha de nacimiento: 28 de ENERO, 1949
Edad: 71 años
Posición: PORTERO
Nacionalidad: URUGUAYO-SALVADOREÑO


ALIANZA. El cuadro albo fue su primer equipo en el fútbol salvadoreño. Antes estuvo en el chapín con el Aurora, entrenado por el uruguayo Rubén Amorín, de ahí saltó al fútbol salvadoreño para enrolarse con el equipo paquidermo, que era dirigido en ese entonces por Conrado Miranda.

BUCEO. Es uno de sus deportes favoritos que la practica desde hace 30 años. Lo ha hecho en Belice en Blue Hole (el gran Agujero Azul), un lugar que hizo famoso Jacques-Yves Cousteau, además en Roatán, junto con sus hijas y nietos y en muchos lugares del país. Hizo los cursos de buceo en el país.

CAMPEÓN. Con Platense conquistó el histórico campeonato nacional en la temporada de 1974; un año después, en 1975, ganó el torneo de la Confraternidad con el equipo viroleño. “Teníamos tan buen cuadro que hasta ganamos un torneo relámpago”, rememora.

DESSENT. Su apellido materno es de ascendencia belga. Su madre, Renne Dessent de Fay, era de esa nacionalidad. Además de él, doña Renne tuvo otros dos hijos, mujer y hombre, quienes residen en Uruguay. Albert Fay dice que, cuando se le presenta la ocasión viaja a su país para visitar familiares.

EL CHARRÚA. En 1982 fundó el restaurante El Charrúa, que se especializa en cortes de carne uruguayos y sudamericanos. Lo inauguró el 24 de febrero, el día del nacimiento de su madre. Actualmente está ubicado en la colonia Escalón, en San Salvador.

FAS. El equipo tigrillo le cortó una racha de imbatibilidad de cinco partidos, que en ese tiempo era toda una hazaña, con un 5-1, en el conjunto tigrillo militaba Odir Jacques, entre otros grandes jugadores. “Era un equipón”, dice el exportero.

GUATEMALA. En 1969 viajó de su natal Uruguay, adonde militaba en el Peñarol, uno de los grandes del fútbol uruguayo, para enrolarse en el fútbol chapín, en el Aurora, pero al siguiente año se vino para El Salvador, para jugar con el Alianza. Rubén Amorín fue su primer técnico en Centroamérica.

HIJAS. Se enamoró de El Salvador tanto, que decidió hacer hogar acá, con una salvadoreña. Es un orgulloso padre de tres mujeres, a algunas de ellas les ha transmitido el amor por el buceo, uno de sus pasatiempos favoritos. Además tiene tres nietos varones, algunos, también, lo acompañan a bucear por CA.

ILOPANGO. Uno de sus lugares favoritos para bucear en el país es el lago de Ilopango. Además ha buceado en Los Cóbanos, en la Chapona (la desembocadura del Río Grande de San Miguel), Meanguera. Aunque prefiere bucear en Panamá y el Caribe.

JUVENTUD OLÍMPICA. Además de jugar con el cuadro paquidermo, Fay también prestó sus servicios a otros grandes del fútbol salvadoreño. Jugó para el cuadro auriazul de Juventud Olímpica, un equipo que dio cátedra en el fútbol nacional. Pero también lo hizo en el Atlético Marte, Platense, y Águila, con algunos ganó títulos.

KURY. El ingeniero Kury lo nacionalizó, le pidió los papeles para el trámite sin ofrecerle nada. En realidad, él ya tenía la residencia salvadoreña porque estaba casado con una salvadoreña, pero accedió al pedido del dirigente y finalmente se nacionalizó, se enamoró del país y se quedó para siempre.

LUIS BALTAZAR “PELÉ” ZAPATA. Acepta que el “Pelé” fue “su papá” en el fútbol, siempre le anotaba goles cuando lo enfrentaba. “Zapata siempre me hizo goles, con todos los equipos”, aceptó Fay. “Siempre me lo recuerda”, dice

MARATHÓN. A inicios de los años 80, ya con una carrera consolidada en El Salvador, adonde había salido campeón nacional y centroamericano con Platense y campeón con otros equipos nacionales, se fue para Honduras, a jugar con el Marathón, uno de los grandes equipos catrachos de San Pedro Sula.

NACIONALIZACIÓN. “La verdad que nadie me pidió que me nacionalizara”, dice Fay sobre su nacionalización como salvadoreño. En ese entonces la Selecta era dirigida por el brasileño Aurelio Pinto Beltrao y Fay se convirtió en el primer extranjero nacionalizado para jugar con la selección. Jugó la hexagonal para el Mundial de 1978 y se mantuvo 7 años en la Selecta.

ORIGINALMENTE. “Yo empecé jugando frontón en la escuela en Uruguay, no fútbol”, dice Fay. Aún lo practica, pero como hobbie, en el Centro Español. Fue dos años consecutivos subcampeón nacional juvenil de frontón en Uruguay. Dejó de jugarlo cuando firmó para Peñarol, a los 16-17 años, comparte.

PEÑAROL. Entre 1966 y 1968 fue portero del equipo aurinegro. El 1977 volvió a Uruguay a jugar en el equipo mirasol en el que compartió vestuario con Fernando Morena, Jorge Fosatti y el “Indio” Olivera, entre otros. Antes había quedado en Nacional, pero un amigo del papá se lo lleva para la cuarta de Peñarol y se quedó.

QUARTARONE. Bajo la tutela del argentino Juan Quartarone fue campeón con Platense, en 1974. Luego coincidió con el argentino en Águila. Lo considera el mejor técnico que tuvo en el fútbol nacional. “Era más inteligente, veía bien el fútbol”, dice.

ROBO. En realidad, Fay no venía para Alianza, pero en medio de las conversaciones con Adler, no le dieron lo que le habían ofrecido y Ernesto Muyshondt, que de casualidad pasaba por el lugar adonde estaba reunido, se lo llevó para el Alianza y lo contrató por dos mil dólares. Curiosamente debutó contra Adler.

SQUASH. Su otro deporte favorito, de hecho, actualmente participa en el campeonato nacional y ya fue, alguna vez, campeón nacional. Cuando comenzó a practicarlo lo hacía con Willie Maldonado, Mario Valiente, entre otros, como sus compañeros. Llegó originalmente a jugar frontón, pero luego se quedó en el squash.

TALLA. Cuando llegó a Alianza, Ernesto Sol Meza, uno de los dirigentes propietarios del equipo en aquel entonces, dijo que no le veía “el talle” para que fuera portero del equipo, y terminó siendo figura. Fue firmado por los albos y el primer partido fue contra Adler. Ahí comenzó una racha de cinco partidos sin gol.

URUGUAY. Su país de origen, aunque actualmente se sienta tan salvadoreño como cualquiera. “Mi país es bonito, pero El Salvador me conquistó y me encantó, por eso decidí quedarme”, manifiesta sentado en una de las mesas de su restaurante. Formó un hogar, tuvo hijas y aún sigue como un salvadoreño más.

VIROLEÑO. En 1974, después de salir campeón con Platense, lo declararon “Hijo meritísimo de Zacatecoluca”, desde entonces se considera un viroleño más. “A este flaco lo readoraban en Zacatecoluca”, dice Manuel Cañadas, compañero de andanzas de Fay. En la foto, junto a Israel “Cafecito” Acevedo, otro ex-porterode Platense.

WASHINGTON. Recientemente estuvo de visita en la capital estadounidense junto con Manuel Cañadas y Ramón Fagoaga, adonde participó de muchos homenajes. Aprovecha para agradecer las atenciones recibidas por compatriotas.

XELAJÚ. Durante su estadía en Guatemala, jugando con el Aurora ante el equipo local, recuerda que pararon el partido durante cinco minutos por la niebla que impedía la visibilidad. “Era algo raro. Yo lo había visto en Europa, pero no en Centroamérica. Fue sorprendente. Era un frío tremendo”, recuerda.

YERNO. Ya contratado para jugar en el fútbol salvadoreño, Albert Fay contrajo matrimonio con una hija del general José Alberto Medrano, uno de los hombres fuertes del país en aquella época. Con Carolina Medrado procreó dos hijas.

ZACATECOLUCA. La ciudad viroleña lo acogió como uno de los suyos. Recibió condecoraciones y mucho cariño y él lo retribuyó con aquella gesta histórica del Platense, llevando a la ciudad nada menos que el título nacional en 1974 y el regional, un año después.